“Si se puede imaginar, todo es posible”: ¿Qué es lo más loco que has imaginado y llevado a cabo?
Si hablamos de magia, te diría que hacer aparecer un avión. Eso es lo más espectacular que he hecho, al menos de grande.
¿En qué momento surgió el cambio de hacer pequeños trucos a llevar a cabo un espectáculo como el que traes ahora al Teatro Principal?
Yo empecé muy pequeñito, con ocho o nueve años. Mis padres tienen un restaurante y mi madre me empujaba a que hiciera magia a los clientes. Yo sufría mucho porque era muy tímido y me costaba hacer magia.
Después ya conocí a un mago retirado, y fue el que me enseñó trucos un poco más profesionales e incluso me regaló la maleta con sus mejores juegos y eso fue el cambio para dedicarme a la magia.
Me siento afortunado porque en el año 98, muy prontito, cuando yo tenía unos 19 años, ya fui campeón de España y eso me dio un empujón muy grande. Como tenía el taller pasé de los trucos pequeñitos a hacer aparatos grandes muy pronto. Yo me construía mis propias cosas. El cambio no fue muy brusco, desde el comienzo casi ya estaba haciendo grandes ilusiones. Mi hermana hacía ballet y danza y me ayudaba y se metía en las cajas y entre los dos íbamos haciendo la magia.
El mundo está en constante cambio, ¿Cómo crees que ha evolucionado la magia desde que empezaste hasta ahora? ¿Has notado algún cambio en los últimos años?
Ha cambiado la manera de presentar la magia. Yo creo que antes había en todos los shows animales, y ahora ya han desaparecido de encima de los escenarios, ya no hay prácticamente ningún show que tenga un animal. Antes también la magia se basaba en la ayudante, en la chica, en cortar a una persona, había muy pocas magas, ahora ya hay muchas magas.
Yo creo que el espectáculo va cambiando porque el ser humano cada vez va creciendo culturalmente y eso hace que vayas cambiando.
Los grandes cambios te diría que son ese tipo de cosas, y que la magia ya llega a ser más actual, con objetos más cotidianos y hace que sea más creíble.
Aunque muchas veces creo que el exceso de información perjudica. Cuando tienes tanta, tanta información en un teléfono hace que te distraigas y te despistes.
En mi caso había libros y cogías un juego, lo aprendías, lo machacabas y no había tanta opción, ahora hay muchísima y creo que eso es peor para aprender.
Tienes más conocimiento, pero aprendes menos.
¿Qué tiene Hangar 52 para que la gente de Zaragoza venga al teatro?
La gente tiene mucha curiosidad. Creo que al final me han visto en televisión, que siempre son juegos de mucho impacto y son muchos años de carrera artística que hacen que la gente tenga curiosidad por verte.
También al haber ganado el título de campeón del mundo creo que también es un ingrediente para potenciar que tengan ganas de venir a este show.
Si ven el vídeo publicitario, creo que la propuesta es muy interesante, hay mucha riqueza visual y eso hace que la gente se anime a venir.
¿Qué recomendarías a aquellos que ya tienen sus entradas compradas y van a venir a verte?
Que vengan a divertirse. Que no se sientan nunca engañados, al contrario, ilusionados. Que la magia es para ilusionarse.
Que dejen de buscar los hilos de la marioneta, que al principio es normal. Cuando algo te fascina quieres saber cómo funciona, pero después terminas abandonando y dejándote llevar por la magia, que es un arte muy bello. Lo van a disfrutar muchísimo más así.
Eres el mejor mago del mundo, ¿encontramos en Hangar 52 los trucos que te han llevado a conseguir este nombre?
Sí, son “El hombre de Vitruvio” y “El ojo de Horus” dos de las importantes escenas que tenemos en el espectáculo. “El ojo de Horus” es uno de los juegos más aplaudidos y “El hombre de Vitruvio” es uno de los que más me gusta a mi.
¿Hay algún efecto que te haya acompañado desde el principio?
Sí, hay un juego que va justo antes de hacer “El ojo de Horus”, en la parte de Egipto. Es un juego que lo construí con mi padre cuando tenía unos quince o dieciséis años y lo tenía guardado, no tenía mucha fe en esta ilusión. Mi padre me insistía mucho en que lo hiciera, empecé a hacerlo y resulta que tenía mucho impacto y desde entonces lo hago prácticamente en todos los shows.
Lo hago aquí en “Hangar 52”, lo hago cuando estoy en Peñíscola, lo hago en otro espectáculo que se llama “Origen”, es un juego que me acompaña casi siempre.
¿Magia en la televisión o en el teatro?
Teatro, sin ninguna duda.