Jueves, 25 de enero, a las 20.00 h.
Viernes, 26 de enero, a las 20.00h.
Sábado, 27 de enero, a las 20.00 h.
Domingo, 28 de enero, a las 19.00 h.
Lunes, 29 de enero, a las 19.00 h.
Salomé, es una producción de PENTACIÓN ESPECTÁCULOS, en coproducción con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
Salomé es Historia. Historia brutal. Este cuento lo pueblan personas que han existido y se han cruzado en las calles. En los primero años del Siglo I de nuestra Era, los romanos continúan invadiendo las tierras que rodean el Mediterráneo. Colocan monarcas y dictadores salvajes para someter a sus gentes. Llegan a Judea; y allí una princesa, Salomé, apoya en secreto a los rebeldes que resisten al gobierno del Rey Herodes, un títere corrupto nombrado por Roma; un hombre sin moral que gobierna sin ley.
Juan El Bautista, líder espiritual de su pueblo, grita contra el invasor y se descarna cautivo en la prisión del Palacio de Herodes. Da la vida por un Tiempo Nuevo. Es un Profeta; dice que la esperanza, el aliento de todos los sueños; y enciende el deseo de la Princesa. Salomé, perdida en la cabeza de su amado Juan El Bautista, sufre; rechazada por él se transforma en una mujer sangrante. Salomé, expresión del poder sensual absoluto, extrema su deseo por El Bautista; un deseo que se desborda en muerte.
El amor y la muerte viven en un permanente abrazo y Salomé rompe la línea roja que la lleva al delirio. Inducida por su madre, la Reina Herodías, se atreve a pedir a su padrastro, el Rey, la cabeza del Bautista. Herodías es una mujer usada y abusada por el poder; una mujer con necesidad de libertad. Herodías va dando tumbos en una tierra de represiones que ignora y lapida a las mujeres si abandonan la estricta moral. Ella se arrastra por una vida imposible envuelta en sexo, en alcohol y desvaríos.
Y más arriba Sirio, esa estrella, la más brillante del cielo, señal de vida sobre un planeta que se destruye de guerra en guerra y de dios en dios. Guerras armadas por los Herodes de hoy. Ayer y hoy en un mismo tiempo. Sirio, esa energía pura que nos puede transformar. Y abajo, en las profundidades de las cloacas, la Guardia Real, excremento del poder que se empeña en proteger al país de las mujeres ignorantes y viciosas. Tapan con velos sus cuerpos dejándolas sin existencia. El sexo tiene el poder de mover el mundo, amarlo y destruirlo. Y ese poder se llama Salomé.
Magüi Mira
Salomé princesa Idumea, hija de Herodes Filipo I, Gobernador de Galilea y Herodías, e hijastra de Herodes Antipas; nieta del famoso rey Herodes, que ordenó matar a todos los niños de Belén al nacer Jesús.
Durante un festín en honor a Herodes por su cumpleaños, Salomé accede a bailar encima de una mesa para el tetrarca delante de todos los invitados. Herodes y todos los invitados excitados por el exceso del alcohol y las viandas, la observan con concupiscencia y el Gobernador le promete, en su delirio etílico, que le ofrecerá todo lo que pidiese, incluso la mitad de su reino. Salomé como pago de su actuación, solicita que le sea entregada la cabeza del predicador Juan El Bautista, en esos momentos en prisión como predicador profetizando un tiempo nuevo, la convierten en una mujer sexualmente diabólica.
Herodes Antipas quedó horrorizado y afligido ante esta petición, pero sabía que estaba obligado a cumplir su promesa. Envió un soldado a la prisión y regresó trayendo la cabeza de Juan El Bautista en una bandeja. Se la entregó a Salomé y ésta a su madre.
Nacida en torno al año 16 d.C. en un lujoso palacio que su familia tenía en Roma, desde muy niña fue educada en la tradición y costumbres judías, recibiendo una educación liberal, propia de las nobles muchachas romanas de la época. Aprendió a leer y escribir; tomó clases de danza y de música, con el objetivo de un buen futuro matrimonio.
Por ello, su madre Herodías, mujer ambiciosa y ávida de poder, trató por todos los medios de desposarla con el hombre más influyente posible, al objeto de poder ascender, todavía más, a toda la familia en la escala social.
Artistas de todas las épocas, se han inspirado con frecuencia en esta macabra historia, destacando principalmente el trasfondo psicológico que se revela a través de sus protagonistas. Oscar Wilde en el teatro, y Richard Strauss en su ópera más famosa, así como las obras pictóricas de Bernardino Luini o Tiziano, entre otros.
Salomé es todo un alegato en favor de la libertad, pero también una profunda reflexión en torno al sexo y a la capacidad de seducción de la mujer, esa capacidad que han ejercido algunas mujeres dotadas para ello por su belleza y, especialmente, por su inteligencia, único poder que ha tenido el sexo débil durante siglos.
El espectáculo, de marcado toque feminista, presenta a una Salomé caprichosa, con ciertas preferencia por Juan El Bautista, un joven profeta en prisión. Un capricho que se le niega permanentemente. El flirteo sexual no va con el profeta, por lo que ella, consentida y caprichosa, le pide a su padrastro, Herodes, que le corten la cabeza, como si fuera una reina de corazones.
El ansia de poder, se convierte en una obsesión, un deseo colectivo que conforma el devenir de una familia, que se transforma en frustración permanente. La puesta en escena es todo un dechado de sensualidad oriental; un verdadero festín que complace a todos los sentidos. Rebosante de opíparas viandas, una gran mesa conforma el centro de la escena, en la que Salomé interpreta sus voluptuosas danzas, y en clave satírico-humorística, los personajes que la rodean se desenvuelven en una constante opereta, sobre todo por parte de la guardia real, con tupidas barbas, gafas de sol y ropajes negros, donde su presencia le otorga al espectáculo una gran eficacia expresiva.
Magüi Mira
Belén Rueda
Luisa Martín
Juan Fernández
Pablo Puyol
Sergio Mur
Antonio Sansano
Jorge Mayor
José Fernández
José de la Torre
Escenografía:
Curt Allen Wilmer / Leticia Gañán (Estudio DeDos AAEE)
Vestuario:
Helena Sanchis
Iluminación:
José Manuel Guerra
Composición musical:
Marc Álvarez
Maquillaje y peluquería:
Roberto Siguero
Ayudante escenografía:
Laura Ordás
Ayudante vestuario:
Raquel Linares
Sastra:
Claudia Botero
Movimiento escénico Salomé:
Cienfuegos Danza
Movimiento escénico de la Guardia de Herodes:
Pedro Almagro
Fotografía:
Jero Morales
Cartelería:
David Sueiro
Jefe técnico:
Richi Romanos
Ayudante producción:
Nicolás Gallego
Técnico iluminación:
Marc Jardi
Técnico sonido:
Félix Botana
Maquinista:
Iván Avellano
Gerente:
Fernando Moreno
Regidora:
Elena Batres
Jefe de producción:
Juan Pedro Campoy
Ayudantía de dirección:
Pedro Almagro
Producción ejecutiva:
Jesús Cimarro
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